miércoles, 4 de noviembre de 2009


La semana pasada festejamos una de las mayores tradiciones arraigadas en el pueblo mexicano: el culto a la muerte. A diferencia de otros países, los mexicanos nos reímos de la muerte y en ocasiones hasta nos burlamos de ella. Sin embargo, acercándose el mes de noviembre los campos, las casas y las almas se empiezan a vestir de amarillo, la típica flor de muerto adorna nuestros altares y puertas, el olor del incienso nos remite a recordar a nuestros familiares que en el camino se han adelantado. Y es precisamente en honor de ellos que levantamos altares y les rendimos el culto que en vida no pudimos darle ( que ironía no? ) y entonces colocamos flores, veladoras, comida y miles de objetos que nos recuerdan que en esos días, el alma de nuestros muertos estará entre nosotros.

Pues bien, el Jardín de Niños del Benémérito Instituto Normal del Estado no fue la excepción y a la invitación de nuestra Jefa de Sector montamos por primera vez una ofrenda para concurso en el museo del Arte. En ella trabajamos durante dos semanas y el resultado fue increíble. Finalmente ganamos un honroso tercer lugar que mucho nos enorgullece como Institución ya que siendo ésta nuestra "primera vez" ( para concurso claro esta ) nos invita a trabajar aún más como escuela en pro del rescate de nuestras tradiciones, con el firme propósito que nuestras futuras generaciones que actualmente crecen entre nuestras manos no olviden sus raíces y las conserven durante muchos, muchos años más.

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